pequeño-mendigo

Carita de luna sucia
piel morena, ojos de sombras
segadas por dos estrellas
brillando en la noche oscura.
Frágil, menudo, inconsciente
de la realidad impura,
naricita goteando, sin pañuelos
que sequen su abandono.
Sombrío linaje de penurias,
consecuencia de un vientre que naufraga
en el callado grito del deseo
y la promiscuidad de la miseria,
Saltitos de gorrión en una prisión de lodo,
ángel transmutado en sueños imposibles
en caricia malograda,
en juguetes ausentes.
Pequeño dolor que sonríe,
Súplica tendida, mendigando esperanzas
sin saber que hay un futuro intrincado
aferrado a su destino.
Auroras teñidas de bonanza
o cárceles aviesas
que aguardan agazapadas
el sonido de tu nombre.
¿Acaso habrá un mañana
sin piruetas de lodo,
una brisa que rescate tu inocencia,
habrá acaso piedad para el frío de tus harapos?
¿Habrá un eco que comprenda
la dulce rebeldía de tu voz,
el impiadoso temblor de tu orfandad?
No lo sé…No lo sé…

© Olimpia Bordes

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